Rojo amanecer // Reseña clásica

Rojo amanecer del director Jorge Fons es una claustrofóbica historia de horror que vivió una familia en uno de los peores actos de opresión que ha hecho el gobierno mexicano. La película son las horas agónicas de víctimas que estuvieron en la masacre de Tlatelolco del 2 de octubre de 1968. No esperemos una película con final feliz porque no es la intención de la película. Es una gran obra anti-gobierno que usa el salvajismo y la crueldad para poder alarmar a una nación usando recursos cinematográficos básicos.

Suena imposible que esta película se haya hecho, pero la verdad es que fue una producción que se mantuvo en secreto. El guión de Guadalupe Ortega y Xavier Robles quería retrar el trágico día con el menor presupuesto posible y lo que más le gustó a Jorge Fons fue ese minimalismo. La película se hizo "entre amigos". Llamaron a los Bichir, a María Rojo y a todo un crew que no cobró. El mismo actor Héctor Bonilla puso 26,000 pesos para su realización. El rodaje se dio en secreto de las nueve de la mañana a la una de la madrugada y de manera consecutiva, en orden desde la primera toma. Fons tuvo que revelar en un laboratorio alterno y editar también a escondidas, lo hizo al lado de Valentín Trujillo. Todo esto lo menciono para resaltar que es una producción hecha con meros fines artísticos y altruístas. Una película hecha para defender los valores de una nación.

Cuando una película está tan límitada en cuanto valores de producción, se necesitan dos elementos importantes que son el guión y el acting. Ya tenemos una diégesis bien definida, pero para lo que queremos contar necesitamos actuaciones fuertes. Los personajes son realistas y viven en un ambiente cotidiano por eso algo tan horrible vuelve tan impatante la historia y para eso, el grandioso reparto que abarca Rojo amanecer definió toda la película con unas víctimas muy lejos parecer actores.

Rojo amanecer es una de las mejores películas mexicanas de todos los tiempos y uno de los mejores ejemplos de que no se necesita un presupuesto enorme para contar historias poderosas. La fotografía y dirección de arte tan claustrofóbica detallan la desesperación por sobrevivir mientras que predomina un color rojo sangre toda la película. 

Lo mejor: el guión, el acting, la sensación de miedo realista, la crítica política.

Lo peor: la poca preservación que ha tenido la película.

Conclusión: recomendable.