A Ghost Story // Reseña

A Ghost Story fue una de las mejores películas del 2017. Una extraña, pero conmovedora historia fantástica que viaja en diferentes épocas de tiempo.

Una historia sencilla, pero difícil de ser cinematográficamente hermosa. Un hombre muere y su espíritu decide permanecer en su antigua casa toda la eternidad, sin entender qué sucede. Este viaje casi estático cruza con diversos personajes que habitan la casa o mejor dicho, la localización de la casa. Nuestro fantasma rechaza ese viaje cósmico que debe tomar al inicio de la película y prefiere estar en el limbo, el cual viene siendo su casa donde está su amada la cual jamás nota su presencia. Es el tipo de películas donde un segundo puede significar un día entero. No hay leyes del tiempo, ni de lógica.

Su director, David Lowery, decidió filmar la película en un inusual formato 1.33: 1 con unas extrañas curvaturas en las esquinas ya que consideraba que era una historia de un ser que vive atrapado en una caja muy pequeña, la cual viene siendo la casa abandonada la cual ya estaba planeada ser destruida. Lowery no pudo tener una mejor suerte. La preciosa fotografía refuerza la belleza de estos espacios deprimentes y comprimidos.

El diseño de nuestro fantasma es fanástico, es difícil creer en un inicio que un personaje con apariencia graciosa puede ser parte de una historia de melancolía, pero al final ese es su secreto. Es increíble que Casey Affleck, un actor con una carrera que ha tenido unos buenos momentos haya aceptado un personaje que casi toda la película está cubierto con una sábana y que además no habla, solamente camina muy lentamente. Un minimalista acting que resultó ser uno de los mejores puntos de la película. Por cierto, la cantante Kesha resulta ser el fantasma vecino que de igual forma jamás muestra su imagen.

El soundtrack es excelente. Conmovedor, tierno y melancólico. Todo lo que conforma esta bella película que demuestra que no se necesitan presupuestos de millones de dólares para hacer grandes obras cinematográficas. No por nada Guillermo del Toro la nombró como la mejor película de 2017.

Lo mejor: el formato, la música, el diseño del personaje, la fotografía, el concepto.

Lo peor: su minimalismo crea momentos de confusión al momento que la historia avanza.

Conclusión: excelente.