La mala educación // Reseña

Cuando Pedro Almodóvar se lo propone, puede hacer la película más cómica o más cursi con la que puedes reirte un rato y sentir envidia por el amor que tienen sus personajes, pero cuando no, Almodóvar se propone a romper los tabúes y si es de una forma enfermiza que mejor.

La mala educación trata el tema de la pederastía a través de varias líneas argumentales, una resulta ser falsa, lo cual resulta bastante interesante. La fuerte temática y las convincentes actuaciones crean un historia de frustración repleta de enigmas que solo hasta el final los resolveremos con la peor de las verdades. La mala educación se ve desde el punto de vista del cura abusador y desde su víctima, a esta la seguimos con el terrible daño psicológico que le causa en un futuro. Un director de cine es el encargado de descubrir que sucedió realmente entre esa víctima y el cura para poder llevarlo a su obra.

El reparto hace un buen trabajo en cada uno de sus universos. Daniel Giménez Cacho es un gran actor y lo deja claro al ser el enfermizo y peligroso cura de una escuela católica en la que todos los padres se protegen entre ellos. Gael García Bernal da la actuación más camaleónica de su carrera al interpretar varias facetas de un joven que solo quiere ser un actor famoso y no le importara arriesgarlo todo para lograr sus objetivos.

Los colores chillones típicos de Pedro Almodóvar siempre van a estar ahí, llamándonos la atención, de alguna forma hacen más original todo. El guión es lo más destacable al lograr manejar varias líneas de tiempo que al final llevan a un desenlace que no es el más emocionante, pero termina siendo un buen final para una de las mejores películas de Pedro Almodóvar.

Lo mejor: las actuaciones de Daniel Giménez Cacho y Gael García Bernal, la crudeza de la historia, la narrativa.

Lo peor: el epílogo se pudo contar con imágenes.

Conclusión: excelente.