Disconnect // Reseña

Disconnect es una poco conocida, pero magistral película de Henry Alex Rubin quien es uno de los mejores directores de publicidad de todo el mundo. Su única película implica tres historias de vidas arruinadas debido a la enagenación que provoca el internet. La conexión argumental entre ellas es muy pequeña, pero ambas inician con gente solitaria que busca refugio en el internet y este refugio se convierte en su perdición mostrándonos las consecuencias del ciberbullying, robo de identidad y la pornografía.

La fotografía es increíble. Esta repleta de planos atípicos y la narrativa visual está asemejada a la de un documental. Henry Alex Rubin es un director de publicidad tan popular por su destacado trabajo como documentalista y su grandiosa manera de fusionar la publicidad y el género documental. No cualquiera podría haber dirigido algo tan visual y narrativamente original.

Es una película de tonos muy fríos, colores relacionados con la tristeza. Destaca la corrección de color, no es de sorprenderse ya que en la publicidad es muy común que la corrección de color sea tan bien trabajada, recordemos que no es fácil dedicar tanto a la corrección de color a una pieza de un minuto a una de 120, pero Henry Alex Rubin y su equipo de post-producción lograron eso y más. La nitidez de la imagen y la paleta de colores nos dan una sensación realista, a pesar de estar acompañado de una cantidad exagerada de flares que destacan las luces los monitores que destacan en la oscuridad predominante de la película.

El reparto es excelente, la mayor sorpresa es Jason Bateman, en un atípico papel dramático quien además se convierte en el mejor actor de la película digno de haber sido nominado a varios méritos actorales. Es muy poco el renombre del elenco, pero esto nos sirve como ejemplo de que un reparto desconocido no significa que no tenga profundas actuaciones.

Es una película depresiva que no busca darle a la audiencia esperanza, solo nos dice lo que se puede hacer, pero las consecuencias siempre seguirán así. No hay final feliz, los cual es desmotivante, pero es la mejor forma de explicarnos que como sociedad no podemos separarnos a través de una pantalla. El amor y la confianza solo se ganan conviviendo. Disconnect es un estupendo análisis de las consecuencias del internet y de la falta de responsabilidad ante no poder controlar tu estado de ánimo.

Lo mejor: el guión, la post-producción, la fotografía, el reparto, el análisis de una sociedad antisocial.

Lo peor: nada.

Conclusión: Obra maestra.