The 36th Chamber of Shaolin // Reseña clásica

China es un país que tardó bastantito en que su cine destacara. Con esta película y hasta la fecha quedó claro que las películas de artes marciales eran lo suyo. The 36th Chamber of Shaolin es el mejor ejemplo. No necesita de sangre, los golpes en ocasiones son surrealistas, otras veces realistas y lo más imporante, las artes marciales se usan para defender, que de hecho es el objetivo del personaje desde que comienza la película, que el y la gente de su pueblo apendan kung-fu para poder defenderse de un conquistador opresivo.

Es una historia hermosa y trágica sobre un joven que ha perdido todo y se une a un templo Shaolin en el que reside muchos años hasta convertirse en un maestro shaolin, pero debe pasar por 35 cámaras. The 36th Chamber of Shaolin es una historia de entrenamiento físico y mental, de concentración y conocimiento. Las cámaras son sorprendentes y no son solo un obstáculo, son solo un escalón más para construir esa escalera con la que nuestro personaje cumple su objetivo. Es el mejor entrenamiento que veremos en la historia del cine, sin mencionar la memorable pelea con el juez shaolin.

Aunque los valores de producción son increíble para el país y la época, a veces hay aspectos técnicos que no logran controlarse, como el audio mal sincronizado que se nota mucho o algunas técnicas de montaje poco artísticas como el freeze en la última pelea, lo cual es algo decepcionante ya que una gran película acaba de forma muy abrupta.

Aún con sus desventajas técnicas The 36th Chamber of Shaolin es una de las mejores películas del género y una bella historia de justicia y dedicación repleta de escenas de acción muy bien cuidadas.

Lo mejor: el guión, las coreografías.

Lo peor: el audio (pocas veces), el clímax tan acelerado.

Conclusión: excelente.